Adivina Adivinador!

¿Qué estará haciendo el Gran Cholo debajo del pulover?

¡Adivinad!

Festejemos

festejemos estas fiestas y las que vienen
festejemos que todo es una fiesta
fiesta, fiesta qué
fantástica

el cachetito con agüita y papel picado pegado
el cachetito hasta ablandarse
el cachetito con maquillaje que se corre para qué
¡pasen!
(las lagrimitas)

festejemos en días corridos
sin intervalos, sin pausa, sin pensar en dónde
en dónde quedó la miradita
la miradita que veníamos ensayando
la miradita que hace años que venimos ensayando
esa de párpados caidos y pestañas al tono
esa miradita de colección otoño-invierno

fiesta, fiesta qué
fantástica

con música que nos trompetea sin descanso
que nos tira al suelo y nos levanta y nos sacude de sueños por venir
música barrigona
música sin frenos
música para barrer el esqueleto
música marchando al frente de guerra con el paso apretado y la mandíbula encendida

marchando al frente
y detrás
la noche que se destapa los tobillos de a poquito y detrás
el radio-taxi que pasa como flecha disparada por indios desvaneciéndose y
detrás
las músicas que sonaron cuando el mundo era un monito que se rascaba
y detrás
la fiesta
la fiesta con piedritas de fantasía y bebidas humeantes (salen como trompeta)
del laboratorio al fondo salen como trompeta y en secreto
de una en una, en vasos que se desparramaron para la ocasión
y se lavaron solitos, con la ansiedad comiéndoles el hielo
o las luces
comiéndoles el hielo con sus muelitas perforadas de colores

festejemos entonces
festejemos estas fiestas y las que vienen y las que se fueron
festejemos que casi todo es una fiesta
y lo que no lo enfiestamos
lo enfiestamos para las épocas
lo enfiestamos a nuevo
lo enfiestamos de pé
a pá
(y durante todo el recorrido)

lo enfiestamos de tal manera

en su vida
se va a olvidar

conclusión (una de varias) de una madrugamañana indescriptiblemente hermosa

Esparzan MDMA en las aguas potables del mundo, y van a ver cómo en hora y media se convierte en un planeta feliz.

Poemilla dedicado a The Clash (Y a Carreira, por el regalazo)

miro a mi izquierda
miro a mi derecha

no quiero ser
el prisionero
no quiero ser
el gordo que se sienta frente a la tele a deshacerse en miguitas
de gordo

no quiero ser
el prisionero
no quiero ser
la matrona relamida que pasea su cuerpo de florero de casa de abuela descomponiéndose
entre la temperatura bajísima de los pasillos enjabonados
de los shoppings abiertos
a cualquier hora
pero no a cualquiera

no quiero ser
el prisionero
no quiero ser
el de bigotito y camisita y ojitos espejitos que cambia el voto tres o cuatro veces en su cabeza
(recién recién le dio una afiladita)
antes de entrar
con su mirada oscura
al cuarto oscuro
y votar a hombres de acción
de pocas palabras y muchas acciones

"mi papi fue un ladrón de bancos
pero nunca lastimó
a nadie"

y cómo sabés?

¿cómo sabés que no lastimó a nadie?
¿cómo sabés que esa guita no iba a pagar una operación de cataratas
viajes a las cataratas
cataratas de champagne
cómo sabés?

no tener guita lastima
no tener guita lastima
no tener guita lastima
no tenés guita, lástima
lástima pero yo sí tengo
y confío en el sistema bancario y la deposito y espero que me la cuiden
que me la cuiden de gente como tu papi
de envidiosos, de resentidos, de fracasados, de inadaptados
de manos como de araña que mata por el dulce
pegajoso de la mosca
de ojos como de perrito lastimado porque al hueso lo enterraron detrás
del alambrado
de bocas con dientes ausentes de espanto

pero no quiero ser
el prisionero
digo que no quiero ser
el prisionero
por favor, por favor no quiero ser
el prisionero
no sé si esta llave... o esta otra... o esta llave...

(y es que tengo un montoncito de llaves y brillan incontrolables
me llaman con su brillo que dibuja polvitos de oro en el aire
y estornudo y lloro de la emoción de la alergia
porque son la Libertad
son mi Libertad
son las puertas abiertas y el camino amarillo que las atraviesa
son las puertas y el camino y la cacerola al final del camino
había oro ahí antes
ahora hay guisito
y los llaman uno a uno "vení, comé algo caliente, comé que te va a hacer bien"
y lo sacan a los cucharazos de mi cacerola
y lo reparten
y yo los sacaría a los cucharazos de mi cacerola
a todos ellos
y repartiría para que tengan
si no tienen nada
NADA
que tengan
yo les voy a dar para que tengan

¿y por qué?
¿todo por qué?

porque no quiero ser
el prisionero
no quiero ser
el prisionero
que sean ellos
el prisionero

que sean ellos

Observación bien de viernes al mediodía con sol.

Caminando hacia Parque Saavedra, vi en la fachada de un edificio un cartel colgado que anunciaba algo así como: "Metodo de gimnasia del Dr. Joseph Pilates". La duda que se me subió a la cabeza fue, ¿existió este doctor Joseph Pilates, o es de esos chascarrillos del tipo "el teleférico lo inventó José Teleférico"? ¿Acaso cambiaron el José por el Joseph para darle más visos de realidad? ¿Alguien sabe?

Tengo un montón de cosas en la cabeza que podría escribir acá

y también tengo toda la paja.

¿Qué hago?

más salidas de emergencia

más salidas de emergencia, más salidas de emergencia
te pido te pido te exijo
más salidas de emergencia
que tus sueños paguen
más salidas de emergencia
que cuando vos las necesites tengas
más salidas de emergencia
más salidas de emergencia
para poder escaparte como el cagón
que sos.

Otro cuentito con Berto

Berto se está a punto de meter a la bañadera a darse un baño de inmersión, cuando se acuerda de que casi no le queda ropa limpia con la que volver a salir al mundo. Se acuerda que dejó la ropa en la lavandería oriental que está en la misma cuadra que su edificio, y se acuerda también que si llama se la traen. Busca el papel pegado en la heladera -después de perder el teléfono de la lavandería tres o cuatro veces, decidió pegarlo con cinta scotch a la puerta más chica de las dos que trae- marca el teléfono y arregla el asunto.

Suena el timbre del portero tres minutos después. Berto piensa que los orientales son más rápidos que los occidentales. Atiende el portero y escucha algo que suena como: "lavvadería". Lo activa y espera a que el hombre suba los dos pisos. Espera y espera pero el timbre no suena. Supone entonces que el hombre ya llegó, pero que por alguna cuestión vinculada con su sabiduría oriental prefiere no hacer ruido con el timbre, y dejarse sentir con la fuerza espiritual de su presencia atravesando pisos y paredes. Berto se acerca a la puerta a ver si siente la fuerza, y de pronto se da cuenta de que está en remera pero desnudo de la cintura para abajo. Corre al dormitorio, se pone un pantalón corto blanco con unas inscripciones orientales bordadas con hilo amarillo y vuelve a la puerta. La abre y efectivamente, parado ahí en serenidad plena está el señor de la "lavvadería". Recibe la ropa, paga, y una idea como de agua cae y hace chispas ultraveloces en el aceite frito que es su mente: preguntarle al oriental.

Preguntarle qué dice en el pantalón.

Y Berto pregunta: "¿Estos son caracteres chinos?"

Y enseguida se da cuenta de que asumió que el oriental era chino, sin saberlo fehacientemente.

"Iván y Alfo".

El oriental-chino responde que los caracteres chinos en hilo amarillo en los bolsillos dicen: "Iván y Alfo".

Berto por lo menos entiende que el oriental-chino dice que dicen "Iván y Alfo".
Y el oriental-chino se va, y Berto vuelve al baño.

"Otra posible iluminación que se trunca", piensa Berto, mientras se hunde cada vez más en el agua.

Nutrición.

Alguna vez un nutricionista me dijo que lo rico de los alimentos residía en sus grasas y azúcares.

Yo ahora tengo que empezar a abandonar los alimentos con alto contenido de grasas y azúcares. Es decir, tengo que empezar a abandonar lo rico de los alimentos. Resignar una de las principales fuentes de placer que hay. Tengo que empezar a comer con un objetivo práctico, la nutrición, y dejar de lado lo pragmáticamente inútil, el disfrute de la comida.

Empezar a comer con el solo objetivo de la nutrición... ¿No es demasiado parecido a cargar la batería de una máquina?

¿Tengo que transformarme en una máquina?

¿Será por eso que los deportistas profesionales parecen artefactos diseñados artificialmente?

Pensamientos que escribo para evitar tentarme con las facturas que descansan en una mesa a mis espaldas...