7.7.05

Dos cosas.

1. Hoy fui al dentista por una muela que me empezó a doler, y me sacaron una radiografía de esa sección de la boca. Son raras la radiografías dentales, hay que meterse un cacho de plástico en la boca y sostenerlo con un dedo, difícil evitar la arcada. Pero lo que me llamó la atención es algo que comparten todos los tipos de radiografías: en el momento de sacarlas, el operario se va del cuarto y activa la máquina desde afuera. ¿Notaron esto? ¿Por qué se va? ¿No quiere exponerse al bombardeo de rayos x? ¿Y por qué sí se nos expone a nosotros? Además, las radiografías también se revelan siempre en otro cuarto. ¿Cómo sabemos entonces que son las nuestras las que nos muestran? Porque nuestros nombres no están grabados en los huesos, que yo sepa. ¿Por qué no pensar que tienen un archivo de radiografías bastante completito (con todo tipo de contexturas físicas), eligen algunas según vaya a saberse qué criterio y nos la dan alegando que son las que nos sacaron recién? Desconfiemos. Pero que no se note. A ver si empiezan a desconfiar ellos.

2. Imagen: Vuelvo del dentista a mi casa en auto. Delante mío hay un camión con acoplado. Del acoplado brota una montaña de pedazos de carne, y de la montaña un morochón muchacho con el pelo largo atado en forma de colita, que con un cuchillo de carnicero despedaza cada cacho en partes aún más pequeñas. Lo hace a cielo abierto, con toda naturalidad, como si fuera un carnicero sobre ruedas. En el momento intenté pensar qué podía representar esta visión a nivel metafórico, pero al toque me di cuenta de lo boludo que uno puede ser a veces: el mundo es esto, un chabón cortando carne en un camión, no hay otra cosa detrás.

Ese pensamiento me dio un poquito más de miedo todavía.

1 Comments:

Blogger nat - diego said...

algo mas tiene que haber... si, si.
si no, a mi también me da miedo.

3:16 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home


Website stats